El olvidado Clásico español que acabó 11-1 a favor del Real Madrid

El contexto político de la época ha llevado tanto al Real Madrid como al Barcelona a calificar este partido como el 'partido de la vergüenza'.

La historia de los Clásicos ha visto todo tipo de episodios, desde las grandes hazañas de los mejores jugadores de la historia hasta inolvidables palmadas en las muñecas y hasta aburridos homenajes al fútbol sin goles. Sin embargo, llama la atención que, enterrado entre las cosas que ya no queremos recordar, apenas se mencione que el resultado más rotundo de las decenas de partidos entre Real Madrid y Barcelona que se han disputado ha sido la visita a Chamartín que terminó 11-1.

"El Real Madrid nunca presumió de ese partido", explicó al micrófono de Goal Joan Barau, periodista especializado en la historia del Barcelona. "Básicamente porque no era un partido de fútbol", dijo. Estamos hablando de un choque de copa en junio de 1943. El Barcelona había ganado la ida por 3-0 y tuvo que aguantar en el viejo estadio de Chamartín para clasificarse para la final. “Que el Real Madrid le diera la vuelta a la eliminatoria no es de extrañar, el resultado lo es, lo que explica perfectamente que fuera más una humillación, un espectáculo más cercano a lo que se podía ver en un circo romano que a un partido de fútbol”.

El estadio de Les Corts había recibido a los blancos en un ambiente especialmente hostil, sin olvidar que sólo hacía cuatro años del final de la Guerra Civil. "Existía la Ley de Responsabilidades Políticas, según la cual era sospechoso todo aquel que no fuera leal a los principios del régimen", dijo Barau, quien también recordó que en el partido de ida la afición blanquiazul "estaba caldeada por el Real Madrid". El juego rudo del Madrid", argumento que esgrimieron muchos medios para "crear tal animadversión hacia el Barcelona que el partido apenas se jugó".

El partido llegó al descanso con el escandaloso marcador de 8-0. Según contó la viuda del portero blanquiazul, Lluís Miró, al periodista Xavier G. Luque, los delanteros blancos siguieron presionando como si el marcador fuera un empate a cero, a lo que Miró cedió el balón al rival, instando él para marcar, si estaban tan dispuestos a tomar parte en esa humillación pública. El delantero se negó a rematar esa ocasión regalada pero no impidió que el marcador fuera 11-1 al final de los noventa minutos, el más alto de la historia del Clásico.

"Se recuerda como el partido de la vergüenza", explicó Barau, "un resultado que el Real Madrid nunca ha sacado a relucir porque destapa los peores fantasmas de la España más oscura" y traslada al lector a una dura posguerra en la que el hambre era tan presente en la vida de los españoles como la propia censura con la que vivirían durante las siguientes tres décadas. El fútbol era su consuelo.

Cuenta la leyenda que en el descanso incluso intervino el ejército español, haciendo acto de presencia en el vestuario del Barcelona. "Es una historia que nunca se ha probado y no queda ni uno solo de los jugadores del Barcelona que estaban en ese vestuario, pero es obvio que para marcar once goles hay que jugar contra un rival ausente, porque no es lo habitual en ningún caso". Hubo advertencias en la prensa en los días previos al partido: "Estas advertencias hicieron que algunos jugadores del Barcelona se plantearan si valía la pena oponer resistencia y no lo hicieron".

Porque "el partido fue mucho más que un mero duelo deportivo, se trataba de dar una lección y humillar al club que representaba como ningún otro un pensamiento totalmente diferente, más cercano a las ideas del catalanismo". Y a pesar de que el Barcelona estaba acostumbrado a todo tipo de insultos -Mingo Balmanya recordó que el hecho de que en muchos campos les llamaran 'perros catalanes' era más una motivación que otra cosa-, en esa eliminatoria el Barcelona estaba dominado por el miedo ante la presión militar y gente cercana a la Falange que caldeaba el ambiente". Para que luego digan que nunca se ha mezclado fútbol y política en este país.

Fuente imágenes: Twitter LaLiga .

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