Todo el mundo conocía a Ottavio Bianchi, había dirigido el famoso Napoli de Diego Maradona en los años 80. El allenatore estaba sentado junto a una mesa en el primer piso del complejo La Pinetina. Encendió un cigarro, tomó una baraja de cartas y con ellas dibujó un sistema 5-3-2. Levantó la vista y preguntó: "¿Dónde juegas?" No tenía idea de quién era ese refuerzo que no había pedido, quién era ese chico que había seguido la escena con un silencio asombroso. Era Javier Zanetti.
El día que Javier Zanetti se convirtió en leyenda
El fútbol enseña que nunca hay que subestimar a nadie porque puede estar esperando un destino legendario. Ese día, la estrella había sido Sebastián Rambert, el fichaje sensación del Internazionale para la inminente temporada 1995/96. Javier había cruzado el acceso al inmueble con las botas bajo el brazo, entre un centenar de periodistas y aficionados que ni se fijaron en él.
El día anterior había sido presentado en la Terraza Martini, un edificio emblemático de Milán. Era el 5 de junio y afuera llovía a cántaros. En el interior, flanqueado por Giacinto Facchetti, Antonio Angelillo y Giuseppe Bergomi, Javier apoyó la corbata que, en verdad, no hacía juego con el primer traje que se había comprado en su vida.
Casi todas las preguntas fueron recibidas por Pascualito Rambert. Más tarde, en las oficinas de la empresa Saras, del rico petrolero Massimo Moratti, iba a conocer a quien sería mucho más que su patrón.
“Javier llegó a raíz de la diversión. Me gustaba ver fútbol y me habían señalado a un delantero argentino, Ariel Ortega, por eso lo seguimos a los Juegos Panamericanos que se habían jugado unos meses antes en Mar del Plata. Pero ahí me llamó la atención un defensa que regateaba a todos. Unos meses después, mientras unos directivos del Inter estaban en Argentina para fichar a Rambert, me llamaron para preguntarme qué debían hacer con ese defensor. Volví a ver el video con mi hijo. A Mao le encantó, y a ellos les encantó. Dije que lo trajeran a Italia”, contó una vez Moratti, el heredero del famoso Angelo.
Desde entonces se construyó una historia fabulosa, que hoy reservó un momento mágico: el Inter decidió retirar para siempre la camiseta número 4, el sello de Zanetti. Ningún extranjero jugó más temporadas en Italia (19) ni nadie disputó más partidos que Zanetti (858). ), para todas las competiciones, en los 107 años de vida del Inter. Es difícil encontrar a alguien tan identificado con un club, quizás el interminable portero brasileño Rogerio Ceni (Sao Paulo), o el fantástico Maldini (Milan), o emblemas como Ryan Giggs (Manchester United), Raúl (Real Madrid) o Xavi ( Barcelona). )... En cualquier caso, Zanetti pertenece nada menos que a ese equipo. “Simplemente no hay nadie así”, se escuchó anoche desde todos los rincones del San Siro, antes, durante y después del partido benéfico que disputaron Zanetti y sus amigos,
No faltaba nadie. Las estrellas deslumbraron: Maldini, Shevchenko, Cafu, Vieri, Zamorano, Zenga, Baresi, Eto'o, Figo, Nesta, Cannavaro, Seedorf, Costacurta, Stankovic, Rubén Sosa, Nicola Berti, Ambrosino, Abbiati, Inzaghi y los argentinos Icardi, Crespo, Cambiasso, Samuel y Nico Burdisso, entre muchos. Zanetti, en mayo de 2011, se convirtió en el primer argentino -y sigue siendo el único- en romper la barrera de los 1.000 partidos profesionales. Hace un año se retiró y desde entonces el multimillonario malasio Erick Thohir, nuevo dueño del Inter, confía en el increíble paraguas Pupi para superar meses difíciles de deambular futbolístico. Había prometido dar este paso y aprovechó la solidaridad amistosa de ayer. “Entre los jugadores del Inter que entrarán al campo, ninguno vestirá la camiseta del 4. Eres un ícono, una leyenda del club, una leyenda en todo el mundo. Ahora eres nuestro líder y juntos levantaremos otras copas, estoy seguro”, subrayó Thohir en su homenaje a Il Capitano.
En la NBA es práctica habitual quitarse la camiseta. Un gesto lleno de gratitud y admiración. Como pasó en los Chicago Bulls con el 23 de Jordan, o en los Lakers con el 33 de Kareem Abdul-Jabbar y el 32 de Magic Johnson, o en los Celtics con el 33 de Larry Bird, entre muchos otros. El Calcio registra algunos precedentes, entre los más grandes, cuando el propio Inter retiró el 3 de Giacinto Facchetti tras la muerte del símbolo neroazurro en 2006, a los 64 años. Pero, además, el Milan tomó esa cálida decisión con el 6 de Franco Baresi y el 3 de Paolo Maldini.
Además, el Brescia dejó de usar el 10 de Roberto Baggio y el Cagliari retiró el 11 de Gigi Riva; Genoa el 7 de Marco Rossi y también el 6 de Gianluca Signorini, cuando su histórico capitán falleció a los 42 años. Entre algunos ejemplos más, el 25 del Livorno pertenecía a Piermario Morosini, y el club lo "elevó" en abril de 2012 cuando el El mediocampista murió después de un ataque al corazón. La Roma retiró el número 6 del brasileño Aldair... pero finalmente decidió volver a utilizarlo. Y Maradona... se fue del Napoli en 1991 y en el 2000 el club decidió inmortalizar el número 10, pero en el 2004 la Societa Sportiva se vio obligada a usarlo en la Serie C, y finalmente en el 2006 volvió a "despedir" la chamarra para siempre. .
La historia cuenta... Pupi estuvo a punto de jugar el octavo de los 145 partidos (otro récord) que jugaría con la selección argentina. Era el 12 de mayo de 1995, un día antes del partido que Argentina empataría 1-1 con Sudáfrica en el Ellis Park de Johannesburgo.
Compartió la habitación con Ratón Ayala cuando el DT Passarella lo llamó y le pidió que pasara por su habitación. Pupi acudió y allí el Kaiser le mostró el fax que el club italiano había enviado al técnico -de fuertes lazos por su pasado en la entidad- notificándole el traspaso. Cerrar los términos del acuerdo con Banfield, en 3.000.000 de dólares, no fue fácil porque el pase de Zanetti, en ese momento, pertenecía a un grupo inversor integrado por diez personas distintas. A última hora de la mañana del último día posible para negociar, apareció Julio Grondona: "Hay que hacer el pase del chico"..., y se desbloqueó la situación.
Cumplidos los trámites y las primeras prácticas, Zanetti viajó a la pretemporada en Cavalese, la estación de esquí de la montaña, en la provincia de Trento. Estaban tan sorprendidos por su fuerza física como molestos por su individualismo. Junto a Zanetti y Rambert, habían sido contratados Roberto Carlos y el inglés Paul Ince. En ese momento el reglamento solo permitía tres extranjeros en el campo... algunos podían ser cedidos. Un amistoso de pretemporada, ante el Varese, fue providencial. Zanetti brilló y convenció a todos. Debutó como titular en la primera cita, con Vicenza... y ya no salió. con que numero Había 4..., nadie lo había elegido. Desde entonces el mito de Zanetti en el Internazionale empezó a crecer. Y un día se convirtió en leyenda.
Fuente imágenes: Twitter Javier Zanetti .
Espero que esta publicación te haya gustado. Si tienes alguna duda, consulta o quieras complementar este post, no dudes en escribir en la zona de comentarios. También puedes visitar Facebook, Twitter, Google +, Linkedin, Instagram, Pinterest e Feedly donde encontrarás información complementaria a este blog. COMPARTILA EN!
0 commentarios:
Publicar un comentario
No insertar enlaces clicables, de lo contrario, se eliminará el comentario. Marca la casilla Notificarme si deseas ser notificado por correo electrónico de los nuevos comentarios. Si te ayudé con la publicación o con las respuestas a los comentarios, compártelo en Facebook, Instagram o Twitter. Gracias.