Luego de una primera mitad peleada, los norteamericanos apretaron el acelerador en Barcelona y vencieron por 96-68 a Lituania. El domingo buscarán el título ante el ganador del duelo que mañana protagonizarán Serbia y Francia.
“Aquí estamos, no se olviden de nosotros”. Estados Unidos dejó bien en claro por qué es el principal favorito a defender su título mundial en España.
El seleccionado local había pensado esta Copa del Mundo como la gran oportunidad para vencer a un equipo de la NBA, pero no contó con la astucia de Francia, que ayer lo eliminó en los cuartos de final. Y con “la roja” afuera, todo queda aclarado para los estadounidenses, que vencieron a Lituania por 96-68 y el domingo se medirán con el ganador del duelo que mañana protagonizarán Serbia-Francia.
Kyle Irving, con 19 puntos, fue el máximo anotador de los estadounidenses, que también contaron con el aporte de James Harden y Klay Thompson, que terminaron con 16 tantos cada uno. Jonas Valanciunas fue el más efectivo de los lituanos con 15 puntos.
Estados Unidos se llevó el primer cuarto con esfuerzo por 23-16, gracias a los 8 tantos de Thompson y a la carga del rebote ofensivo. En Lituania, Valanciunas sumó 5 tantos, pero el equipo erró cinco libres y esas fallas no pueden cometerse contra un equipo que tiene recambio en el banco. Tuvo que remontar el equipo estadounidense, que llegó a la igualdad en 13 con un triple de Irving, y luego aprovechó otro triple de Thompson y cuatro libres, dos de Cousins y dos de Curry por una falta técnica al entrenador lituano.
Los hinchas de furioso verde no paraban con su “¡Lie-tu-va!” característico. Pero Estados Unidos no paraba de meterla y con un doble de Thompson sacó diez de ventaja: 32-22. Claro que los NBA a veces se pierden en el individualismo y lanzan apurados para sumar puntos en sus planillas, sin pensar en el mejor tiro para el equipo. Y cuando erran seguido, lo pueden sufrir. Sobre todo, porque Kuzminskas estaba enchufado y acercó a los lituanos por 38-32.
Hubo un momento de tensión en un tiro libre, porque Valanciunas le puso el codo en la garganta a Cousins y el pivote echó para atrás su brazo derecho, amenazando con pegarle. Falta técnica, obvia. Mucho ruido y pocas nueces para un primer tiempo que Estados Unidos se llevó por 43-35.
Y pasó lo que siempre pasa con este equipo: la aplanadora del segundo tiempo. Los defensores del título mundial fueron efectivos en cada posesión con la que arrancaron el tercer cuarto y aprovecharon cada pérdida o bandeja fácil errada por Lituania. El resultado fue demoledor: un parcial de 18-2 en 4m30 para el 61-37 que comenzó a definir la historia.
Los europeos se desmoralizaron completamente, dejaron de defender y hasta caminaban la cancha del espectacular Palau Sant Jordi catalán. Estados Unidos hizo lo que quiso hasta el cierre del partido y ahora viajará a Madrid para la final del domingo. Una final que Argentina verá con interés, no sólo por el juego, sino porque si los de la NBA salen campeones, no jugarán el Preolímpico de México 2015, donde habrá dos plazas en juego para Río de Janeiro 2016.
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