El partido entre dos de los tres peores equipos del Mundial resolvió que Irán es menos malo que Egipto (73-88). La cuchara de madera será para la selección de Abouelkhir, voluntariosa, pero tan limitada que quizá le costaría mantener la categoría en la Adecco Oro.
Esta es una historia de tiros al canto del tablero, patadas al reglamento, posesiones inacabadas, jugadas mal ejecutadas, caídas aparatosas y pases al hueco, un viaje a un baloncesto desafinado que también existe en la Copa del Mundo.
Alrededor de 1.500 personas se asomaron por el Municipal.
Granada vive el baloncesto a flor de piel. No se puede entender de otra forma. Su entusiasmo, más allá del extraordinario apoyo a España en los partidos de la selección de Orenga, debería ser reconocido porque el Egipto-Irán a las 15.30 horas poco podría ofrecer, salvo despertar la curiosidad del hincha con pocos escrúpulos.
Por momentos, fue difícil tomárselo muy en serio. Sin haber visto a Corea del Sur, Egipto pasa por ser la peor selección del Mundial. Irán tiene a Haddadi, un NBA que no cabe en un ascensor (muy capaz, pero vaguete), y a Nikkhah, un alero con nivel para la ACB, que anotó 24 puntos. Kamrani es un base egoísta y efectivo si es que esto puede ser compatible. Muy rápido, pero demasiado bajito. La selección de Becirovic juega mejor, dentro de sus limitaciones, con más sentido. Dominó de principio a fin. Sólo la relajación de sentirse superior permitió a Egipto agarrarse al encuentro casi hasta el último cuarto.
Los jugadores egipcios estaban orando el día anterior en el hotel Nazaríes, en un pasillo de la cuarta planta. Todos en fila de uno a uno. Tienen fe y también actitud. Gozaron también del afecto del público, algo que agradó a Irán porque la gente le coge cariño al débil ante el poderoso. El campeón de Asia puso en aprietos a Serbia hasta el descanso y tuteó a Brasil en el primer cuarto. Y su orgullo le llevó a sumar la segunda victoria de su historia en un Mundial. También había vencido en Turquía 2010 a Tunez en otro partido de los suyos.
73 - Egipto (15+26+15+17): Kamal (2), Badr (2), Elgammal (10), Shousha (15) e Ibrahim (8) -equipo inicial-, Samir, Gendy (2), Abouelanin (7), Elsabag (13), Genedy (9), Rabie y Elmekawi (5).
88 - Irán (27+21+16+24): Kamrani (4), Afagh (12), Sahakian (14), Nikkhah Bahrami (24) y Haddadi (23) -equipo inicial-, Yakhchali, Kazemi (2), Zangeneh (7) y Jamshidi (2).
Árbitros: Anthony Jordan (USA), Borys Ryzhyk (UKR) y Juyi Hirahara (JAP). Eliminado por cinco personales Kamrani (min. 38).
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