Estados Unidos, con su última 'manimalada', entrena con público ante los dominicanos.
Con todo ya decidido para Estados Unidos, los americanos decidieron usar el partido contra República Dominicana para probar cosas que les ayudarán más adelante. Jugar en estático, atacar la zona y pulir su defensa (71-106).
Aunque un gancho muy elegante de Vargas parecía indicar que la República Dominicana iba en serio desde el primer segundo, poco tardó en derrumbarse el equipo caribeño. Exactamente, un cuarto. Los de Orlando Antigua pelearon el rebote, intentaban ataques organizados y defendían, pero no fue suficiente y se rindieron a los diez minutos. Con el sospechoso habitual de Faried haciendo de las suyas (16 puntos y 6 rebotes), los estadounidenses probaron armas para más adelante.
Krzyzewski mandó defender más atrás para que se pudiera jugar en estático sin asfixiar al rival, y en ataque los contragolpes se redujeron, aunque a los bases les costaba frenar al equipo, que corría por instinto. Rudy Gay se encargó de mandar en el marcador en el primer cuarto (22-25).
Gracias a un alley oop de Harden a Faried el equipo de Estados Unidos se marchaba en el marcador (29-38). El de Denver se encargó también de protagonizar una de las jugadas del encuentro con un doble tapón con Davis de socio, culminando la jugada con un rebote más mate a dos manos. Todo en uno.
Aunque parecían sin chispa ante la zona, Estados Unidos logró culminar una gran jugada de pizarra en la posesión final para darle una ventaja cómoda (41-56) al descanso.
El ritmo de partido se mantuvo, mientras Faried rompía el encuentro con su superioridad y los americanos se iban en el marcador pese a los intentos de los de Orlando Antigua por mantenerse en el partido. Intentaban bajar el ritmo al partido sin demasiado éxito. Se jugaba a lo que quería Krzyzewski. Un mate de concurso de DeRozan levantó al público y puso 52-79 tras una buena jugada de ataque con Rudy Gay. El sonido del aro retumbó en todo el pabellón.
'On line'
Los últimos diez minutos sólo sirvieron para animar al personal, con 29 puntos de renta, Estados Unidos se dedicó a divertirse, las pruebas ya habían sido en el primer periodo. El festival siguió con mates, hasta fuera de tiempo con el juego ya parado por alguna falta, tapones y jugadas casi imposibles. Los americanos estaban cómodos y querían divertirse y entretener, y lo hicieron.
Tiempo para todos los menos habituales y los caribeños pensando en su duelo a vida o muerte con Turquía.
Estados Unidos logró acabar el partido con cinco jugadores llegando a los dobles dígitos en anotación y anotando otra vez los 12 del equipo (el que menos Drummond con 4).
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