Sin mayores sorpresas, los dos equipos más fuertes de la competición y favoritos a llegar a la final ya están en ella: son el Fluminense de Brasil y el poderoso Manchester City inglés.
Esta es la última edición del Mundial de Clubes en este formato (un campeón por cada continente). El Consejo de la FIFA, reunido en Jeddah, acordó los detalles del Mundial de Clubes de 32 equipos que se celebrará en Estados Unidos en 2025, así como la creación de una nueva Copa Intercontinental a partir de 2024.
La FIFA informó este domingo que el torneo se desarrollará del 15 de junio al 13 de julio y que se aprobó el formato y la metodología de clasificación, "en base a criterios deportivos", para el acceso de los equipos de las seis confederaciones.
El Manchester City cumplió y está en la final del Mundial de Clubes.
El equipo de Pep Guardiola venció al Urawa Red Diamonds y se enfrentará al Fluminense.
La lógica se cumplió. El máximo candidato al título superó las semifinales sin muchos problemas. El Manchester City derrotó al Urawa Red Diamonds por 3-0 con goles de Marius Høibråten, en contra, Mateo Kovacic y Bernardo Silva. Julián Álvarez fue suplente del conjunto inglés y entró a disputar los últimos 25 minutos. De esta manera, el equipo dirigido por Pep Guardiola está en la final del Mundial de Clubes 2023, donde enfrentará a Fluminense.
Los Ciudadanos controlaron el ritmo de la primera parte: tuvieron el 80% de la posesión y 13 tiros (4 a portería). Por otro lado, Urawa Red Diamonds estaba haciendo a la perfección su planteamiento: ceder el control y defenderse. Sin embargo, al final de la primera parte sufrieron un percance: el central noruego Marius Høibråten la mandó al fondo de la portería cuando intentaba despejar un centro que venía desde la derecha. De esta forma, el equipo de Pep Guardiola se marchaba con ventaja al descanso cuando parecía que el conjunto japonés iba a aguantar a cero.
Se esperaba que este gol molestara a Urawa Red Diamonds. Y eso es lo que pasó. Todo lo bueno que hicieron en el primer tiempo no se vio al inicio del complemento. Sólo siete minutos necesitó el equipo Ciudadano para ampliar la ventaja. Un excelente pase en profundidad de Kyle Walker dejó en el uno a uno a Mateo Kovacic, quien anotó como si fuera un delantero y puso el 2-0. Luego, a los 14 minutos y tras una gran parada del portero ante un disparo de Matheus Nunes, el portugués Bernando Silva aprovechó el rebote y marcó el tercero. El último del partido, aunque tuvieron oportunidades de hacer más desequilibrada la victoria.
Fluminense sufrió demasiado, pero ganó el partido y está en la final del Mundial de Clubes.
El Flu derrotó al Al-Ahly con gol de Jhon Arias, de penalti, y John Kennedy.
Con poco juego, pero con la efectividad necesaria. Fluminense sufrió, pero está en la final del Mundial de Clubes. Era de esperarse un partido así. El Al-Ahly venía de ganar con diferencia al Al-Ittihad de Marcelo Gallardo y Karim Benzema. Y estuvo más que a la altura en la semifinal ante Flu. Sin embargo, la jerarquía del conjunto carioca valió más y se impuso 2-0 con un penal del colombiano Jhon Arias y otro de John Kennedy, verdugo de Boca en la final de la Copa Libertadores.
El equipo de Fernando Diniz no se sintió cómodo en los primeros 45 minutos. Los egipcios estuvieron bien, no dejaron que los brasileños sumaran fuerzas en campo rival y salieron rápido al contraataque, complicando en varias ocasiones a la defensa del Flu. Las dos únicas chances del equipo carioca estuvieron en los pies del colombiano Jhon Arias, quien pegó dos veces al poste. Las estadísticas del primer tiempo reflejan cómo fue el partido. Fluminense tuvo la posesión (61%), pero Al-Ahly tuvo más oportunidades (13 vs. 1). El único disparo a puerta lo hizo el campeón africano: un cabezazo a quemarropa de Kahraba que Fábio detuvo por puro reflejo.
El complemento fue igual de complejo para Fluminense. Sufrió en contra y no mostró un juego muy atractivo. Fábio volvió a hacerlo muy bien en la portería y negó el gol en varias ocasiones. Cuando parecía que el partido iba a ir a la prórroga, apareció la jerarquía del equipo carioca. Marcelo, que ya había mostrado algunas pinceladas, ingresó al área con un caño incluido y lo bajaron. El polaco Szymon Marciniak no dudó y señaló penalti. El encargado de ejecutarlo fue Jhon Arias, que tomó el balón y lo estrelló contra un poste, imposible para Mohamed El-Shenawy, que venía de detener un penalti a Karim Benzema por ese mismo lado.
El gol inquietó al equipo egipcio, que ya estaba mentalmente en la prórroga. En las ganas de ir por el empate se descuidó en el fondo y Fluminense aprovechó. John Kennedy, verdugo de Boca en la final de la Copa Libertadores, fue quien zanjó el asunto. Enganchó y sacó un zurdazo que se fue pegado al palo.
Fuente: Serey.
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