Copa del Mundo de Basquetball España 2014: Francia dio el batacazo y destrozó el sueño de España.

Los campeones europeos derrotaron 65-52 a los anfitriones, favoritos para quedarse con el título. En semifinales enfrentarán a Serbia, que venció a Brasil.

España imaginó, pergeñó, diagramó, planificó, diseñó y se planteó este Mundial como el escenario ideal para coronar el éxito de otra generación de oro. No olímpico, como el ganado por la Argentina. Pero sí de Copas del Mundo, ya que al título en Japón 2006 le podría sumar el bicampeonato en su tierra. Para eso armó el cuadro del torneo con Estados Unidos del otro lado, así lo evitaría hasta la final. Y así podrían enumerarse más estrategias que le permitieran a España estar un paso más cerca de la victoria.

Pero el deporte no es una ciencia dura y conoce de imponderables y de factores deportivos y extradeportivos. Esos que muchas veces no se tienen en cuenta pero que son intangibles y merecen respeto. ¿De qué se habla? Del peso de la pelota cuando faltan dos minutos para el final. De la presión de ser local. Del juego psicológico que el punto tiene sobre la banca por esa sensación de jugarse menos. De la vida misma, al cabo. Porque no se puede digitar un resultado ni aunque los árbitros den una manito generosa.

Señores y señoras, España se fue del Mundial en cuartos de final. Francia la maniató defensivamente y exprimió sus nervios hasta el hartazgo para lograr que los hinchas se fueran del estadio un minuto antes de la chicharra. La Copa del Mundo se quedó sin el local en un partidazo que los franceses ganaron 65-52 en base a la concentración, a la frialdad de ser visitante, a ese fenómeno que es Boris Diaw (15 puntos) y a la mano del base Thomas Heurtel, que sumó 9 tantos decisivos en el último cuarto.

Francia jugará el viernes la semifinal ante Serbia, mientras que mañana será el turno de Estados Unidos-Lituania, en Barcelona. Argentina tendrá puestos sus ojos en lo que pueda hacer el equipo estadounidense, ya que si se corona campeón mundial, no jugaría el Preolímpico de México 2015, con lo cual la pelea por una de las dos plazas para Río de Janeiro 2016 sería bastante menor.

Que Francia haya ganado 35-28 el primer tiempo habla a las claras de un trabajo defensivo impecable, sustentado en los 25 rebotes tomados, nueve de ellos ofensivos, y en lo difícil que se le hizo a España tomar tiros cómodos. El equipo de camiseta blanca se cerró en zona de entrada para anular el juego interno de los hermanos Pau y Marc Gasol, y los españoles se tentaron en el tiro de tres puntos. Que es un arma de doble filo. Y en este caso, fue una estrategia que le jugó en contra, con un solo triple sobre 11 intentos en los primeros 20 minutos.

Con un triple de Boris Diaw, Francia se adelantó 11-2 en poco menos de la mitad del primer cuarto y el estadio no entendía nada. Para suerte de España, enhebró un parcial de 10-0 para pasar al frente. Pero el local no se aprovechó de esa remontada y volvió a caer en un pozo, lo que igualó el partido 15-15 para el segundo parcial.

Y fue el momento de Francia, que levantó siempre las manos ante los rivales y cargó el rebote permanentemente. Desde los pivotes hasta Nicolas Batum, todoterreno que juega para el equipo. El clima en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid era infernal. Los hinchas pedían recuperación y los árbitros daban una manito generosa al local.

Pero Francia, con el comandante Diaw a la carga, se las arregló para no moverse del libreto e irse 35-28 al descanso, con el mérito enorme de deslucir el juego español.

Debía apelar al amor propio el seleccionado local, para levantar cabeza delante de su gente. Y lo hizo en el arranque del segundo tiempo, apelando a dos defensas que llevaron a Francia a consumir sus posesiones. Y la racha ofensiva se solidificó cuando después de una tapa, Pau Gasol logró una bandeja para quedar 35-34.

Diaw dio la cara nuevamente por Francia, pero apareció el momento de Juan Carlos Navarro, que igualó en 39 con un triple y una bandeja. Partido parejo. Partido peleado. Partido durísimo. Partido en el que el dueño de casa sufría. ¿Y entonces? Y entonces comenzaron algunos fallos arbitrales polémicos. Todos en contra de Francia.

Se calentó el partido con un cruce entre Llull y Pietrus, que mandó al "12" español al suelo. Doble falta técnica. Y el técnico francés se ligó otra más porque no podía dejar de recriminarles a los jueces la disparidad de criterios a la hora de pitar. La conclusión fue evidente: Francia perdió la brújula y España aprovechó para pasar al frente 43-42 al final del tercer cuarto.

Esa ventaja llegó de la manera más espectacular. Sergio Rodríguez vio cortar a Rudy Fernández por la puerta de atrás y lanzó al "alley oop" para la volcada de su compañero. Y en la última jugada, Pau Gasol le metió una furibunda tapa a Diot.

¿Sería el empujón anímico que necesitaba España? No resultó eso sino lo contrario. Francia construyó una ráfaga de 7-0 que cerró un triple de Diaw para silenciar a los 12.000 hinchas con el 51-45 a favor de "les bleus".

El esfuerzo defensivo era notable y Diaw lo ejemplificó con una tapa terrible a Gasol. Pero los nervios afloraban en cada posesión y lo sentía más España. Sobre todo Marc Gasol, de un rendimiento paupérrimo durante todo el partido. Al que no le tembló la mano fue al base Heurtel, quien sumó un par de dobles para adelantar 57-52 a Francia a 1m50 de la chicharra.

Y fue el mismo jugador el que literalmente enterró a España con un triple y dos libres que le permitieron a los visitantes sacar diez puntos y encaminarse hacia una de las victorias más memorables de la historia de los Mundiales.

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